Imagina esto: estás en el auto con tus amigos, música a todo volumen, sientes que la vida es una película de acción y tú, siendo el protagonista. Pero ¿qué pasaría si te dijera que ese viaje puede convertirse en el último de tu vida si no manejas con cuidado?
Soy estudiante y tengo 22 años. Al igual que muchos de ustedes, siento que soy invencible; creemos que los accidentes de tránsito son cosas que le pasan a otros, a personas mucho más grandes, pero la realidad es otra. Cada año, miles de jóvenes se suben a un automóvil con la confianza de que nada malo pasará. Sin embargo, más de 4,800 personas pierden la vida en accidentes de tránsito anualmente, y una gran cantidad de ellas son jóvenes como tú y yo.
Lamentablemente, muchos de nosotros podemos coincidir en esto: todos tenemos por lo menos a un conocido, amigo o familiar que ha perdido la vida en un accidente de tránsito. Es por ello que he aprendido que el manejo seguro es crucial para todos, sin importar nuestra edad. Este pensamiento me ha llevado a reflexionar sobre el programa “Ford Driving Skills for Life” y cómo ha impactado no solo en mi vida, sino en la de miles de jóvenes como yo. Y, aunque suene como un anuncio de televisión, créanme, es más interesante de lo que parece.
El programa “Ford Driving Skills For Life” llegó a mi universidad por su décimo aniversario y me mostró cómo hacer de las calles un lugar más seguro. No sabía que este programa está activo en más de 35 países y que ha impactado a más de 50,000 estudiantes en México, brindando herramientas y conocimientos que pueden marcar la diferencia. Las conferencias didácticas y los módulos interactivos son experiencias que no solo informan, sino que transforman la manera en que pensamos sobre la conducción.
A través de las experiencias inmersivas, nos permitieron experimentar los efectos de la conducción bajo distintas condiciones. Por ejemplo, al usar lentes de simulación de alcohol que alteraban nuestra visión, pudimos ver cómo se reduce nuestra capacidad de reacción, lo que nos hace reflexionar sobre las decisiones que tomamos al volante. Asimismo, hay un módulo dedicado a la importancia de no distraerse mientras manejamos, donde se utilizan visores de realidad virtual para simular situaciones en las que la distracción puede tener consecuencias fatales.
Por último, una de las historias más conmovedoras que escuché durante el programa fue la de una joven mexicana, quien, a sus 17 años de edad, sufrió un accidente que le causó daño cerebral, cambiando su vida para siempre. Lo que más me impresionó fue que esta joven no estaba alcoholizada, ni siquiera llegó a manejar el vehículo. Esta historia es un recordatorio fuerte de que todos somos vulnerables. No importa cuán buenos seamos al volante; un segundo de distracción o una mala decisión puede arruinarlo todo.
Me gustaría que todos los estudiantes que participamos se llevaran algo del programa; no seamos simplemente otra cifra en las estadísticas de accidentes viales. La próxima vez que te subas a un auto, piensa en la seguridad como tu prioridad número uno. Recuerda que manejar responsablemente no es solo cumplir con las normas, sino proteger tu vida y la de quienes te rodean “Ford Driving Skills For Life” no solo me ha enseñado a ser un mejor conductor, sino que me ha dado una nueva manera de ver la responsabilidad que tenemos al volante.
Así que, cada vez que manejes un automóvil, pregúntate: ¿quieres ser el protagonista de tu propia historia o una tragedia para tus seres queridos? ¡La decisión está en tus manos!
Seamos conscientes y hagamos de cada viaje una experiencia segura y positiva.