Villa la Angostura, Neuquén, 10 de diciembre de 2025 - La Patagonia argentina: imponente, intimidante. Así fue el escenario para “El Cruce 2025”, un desafío de trail running de exigencia -física y mental- de alto nivel.
Se trata de una travesía de 100 kilómetros, distribuidos en 3 etapas a lo largo de 3 días. Los corredores atraviesan montañas, valles, bosques, lagos, paisajes naturales diversos y espectaculares, impulsados por el espíritu indomable de la Ford Bronco, ícono de la aventura y sponsor oficial del evento.
Agustina Albertario, medallista olímpica y referente del hockey argentino, y Martín Altberg, ex jugador de Rugby y periodista deportivo, se voluntarearon para sentir y transmitir esta experiencia inolvidable que les atravesó el cuerpo y el espíritu. A través de sus propias palabras, nos adentramos en su vivencia: un relato de esfuerzo, compañerismo y profunda conexión con la naturaleza.
El Punto de Partida
Para Martín Altberg, El Cruce fue un reencuentro con una vieja conocida: la adrenalina. "Quería encontrar un desafío físico nuevo y, sobre todo, volver a sentir esa sensación que tanto disfrutaba cuando jugaba al rugby", confiesa. Para él, la clave fue el compromiso: "Fue fundamental sentir que, al asumir este reto, tuve la voluntad para entrenarme con mucha disciplina y responsabilidad. Y lo más importante, que durante todo el proceso nunca dudé del objetivo final”.
Agustina Albertario, en cambio, se zambullía en lo desconocido. "Era algo que yo nunca había hecho, ni siquiera se me cruzaba por la cabeza", revela. Pero una invitación especial lo cambió todo: "Lo que me terminó de convencer, lo que me hizo decir 'sí, voy 100%', fue que mi hermana corre y hace trail. Ella se moría de ganas de hacerlo y me dijo: '¡Dale, vamos juntas!'". La oportunidad de compartir esa experiencia con su hermana, sumada a su propia búsqueda de nuevos retos, fue el motor principal. "A mí me gusta ponerme desafíos en la vida, y sinceramente este era uno muy grande. Me sacaba totalmente de mi zona de confort, pero todo lo que sea llevar el cuerpo al cien es algo que siempre me gustó y me pareció el escenario perfecto."
Enfrentar los Propios Límites
La montaña no perdona, y ambos embajadores se enfrentaron con sus propios límites. Martín, sin experiencia previa, admite que la incertidumbre era constante, pero su cabeza se mantuvo firme. “Al ser mi primera vez, todo me resultaba desconocido. Tenía miedo de sentirme inseguro, pero, por suerte, eso no me pasó", explica el ex jugador de Rugby. Su mayor batalla fue física: "Lo que más me costó fue el descenso. La falta de técnica me obligó a compensar con mucha fuerza, y eso hizo que llegara más cansado al tramo final". ¿Su estrategia para superarlo? "Intenté bajar a un ritmo que no me pusiera en riesgo de calambres, siempre con la meta en la cabeza."
Para Agustina, los obstáculos no fueron solo físicos; muchos se presentaron fuera del recorrido. "Lo más difícil para mí fue, sin duda, dormir en carpa y no bañarme", confiesa entre risas. "Nunca fui de camping y no me siento nada cómoda en esas situaciones". Pero dejando de lado las comodidades, la carrera en sí misma fue una auténtica prueba de carácter. "Era durísima, te exigía la cabeza al máximo. Por supuesto, el entrenamiento físico es clave, pero lo mental, la resiliencia, eso era lo más importante", explica.
"Estuve incómoda la mayor parte del tiempo, pero a pesar de todo, esta experiencia fue algo hermoso y completamente distinto a todo lo que había vivido". La clave para superar esos momentos difíciles fue el apoyo incondicional. "Mi hermana fue fundamental", asegura. "Los primeros días, el coach de Martín nos ayudó muchísimo, marcándonos el ritmo y explicándonos todo lo nuevo: cómo hidratarse, qué comer. Yo estaba completamente perdida con todas esas indicaciones. Y los últimos dos días, mi hermana fue mi gran guía, la que me impulsaba a seguir cuando empezaba a flaquear".
La Recompensa: Momentos que Quedan para Siempre
A pesar de los obstáculos, la belleza del paisaje y la experiencia de El Cruce se grabó en sus memorias. Si bien la llegada fue “increíble”, Altberg resalta el camino. "Uno pensaría que lo más gratificante fue la llegada, y sí, sentir esa felicidad de alcanzar la meta después de casi cinco horas y media fue increíble. Pero, en verdad, me llevo la alegría de haber disfrutado cada instante de la travesía; contemplar los paisajes cuando llegamos a la cima o el tramo bordeando el lago. Lograr eso fue tan importante como llegar."
Agustina coincide en la emoción de la meta, especialmente el último día. "Lo más reconfortante fue llegar. Después de subir 1900 metros, el terreno se volvía llano y yo pensaba: 'Bueno, ya está, esto es lo último'. La energía colectiva que se sentía en ese tramo final fue un impulso clave. Cuando empezamos a acercarnos al centro de Villa La Angostura, la gente nos animaba: '¡Quedan 500 metros!'", recuerda. El momento cúlmine, sin duda, fue el abrazo al llegar. "Cruzar la meta y poder abrazarme con mi hermana, ese fue el momento más lindo de todos", resalta la medallista olímpica.
"Cruzar un Límite Puede Resultar Toda una Aventura”
Al intentar capturar la esencia de El Cruce, Martín lo define con una frase que invita a la reflexión: "¡Cruzar un límite puede resultar toda una aventura!". Agustina, por su parte, condensa su vivencia en un dúo de conceptos potentes: "Superación y cabeza”.
"Mi experiencia con Ford fue increíble", destaca la deportista. "El equipo nos brindó todo el apoyo que necesitábamos y siempre estuvieron a nuestro lado". También se mostró impresionada por la solidaridad entre los corredores: "Me sorprendió lo solidaria que era en la montaña. Si alguien se caía o necesitaba algo, todos se unían para que cada uno pudiera terminar la carrera". Y añade: "La organización de la carrera fue impecable, éramos muchísimos corredores y en cada spot en el que frenábamos, siempre había hidratación y comida en abundancia. Estoy muy contenta de haber logrado este desafío". Martín también se sumó a los elogios: "Quiero destacar el nivel de la organización. El cuidado en los detalles y la cordialidad del equipo para que todos la pasáramos bien fue increíble".
Cada carrera cuenta una historia. La experiencia de Agustina y Martín nos enseña que la meta es importante, pero lo esencial es la aventura del camino: un viaje de esfuerzo, una profunda conexión con la naturaleza y la motivación para seguir explorando y superar nuestros propios límites.
Acerca de Ford Motor Company
Ford Motor Company (NYSE: F) es una empresa global con sede en Dearborn, Michigan, comprometida a ayudar a construir un mundo mejor, donde cada persona sea libre de moverse y perseguir sus sueños. El plan Ford+ de la empresa para el crecimiento y la creación de valor combina las fortalezas existentes, las nuevas capacidades y las relaciones permanentes con los clientes para enriquecer las experiencias de los clientes y profundizar su lealtad. Ford desarrolla y ofrece camionetas Ford, vehículos utilitarios deportivos, furgonetas y automóviles comerciales innovadores e imprescindibles, y vehículos de lujo Lincoln, junto con servicios conectados. La empresa lo hace a través de tres segmentos de negocio centrados en el cliente: Ford Blue, que diseña vehículos icónicos híbridos y a gasolina; Ford Model e, que inventa vehículos eléctricos revolucionarios junto con software integrado que define experiencias digitales excepcionales para todos los clientes; y Ford Pro, que ayuda a los clientes comerciales a transformar y expandir sus negocios con vehículos y servicios adaptados a sus necesidades. Además, Ford proporciona servicios financieros a través de Ford Motor Credit Company. Ford emplea a unas 175.000 personas en todo el mundo. Más información sobre la empresa y sus productos y servicios está disponible en corporate.ford.com.