La nueva era de la electromovilidad: dos siglos de historia e innovación

Los primeros antecedentes de los autos eléctricos como los conocemos hoy en día surgieron en el siglo XIX durante los últimos años de una revolución industrial que transformó al mundo para siempre, con la llegada de la máquina de vapor.

En 1828, el científico Ányos Jedlik diseñó el motor eléctrico que, para algunos, es considerado como el inicio de los autos propulsados por electricidad. Sin embargo, otros también destacan el trabajo de Thomas Davenport, quien desarrolló un prototipo de auto eléctrico a escala que se desplazaba con una trayectoria circular y finalmente también aparece en la historia el emprendedor Robert Anderson, quien inventó un carruaje impulsado también por un sistema eléctrico.

Aunque para sorpresa de muchos el concepto de un auto eléctrico no solo no es algo nuevo, sino que, incluso es más antiguo que la invención del primer auto de combustión interna, lo cierto es que desde entonces se han logrado una serie de avances tecnológicos y científicos que finalmente permitieron la comercialización y circulación de vehículos eléctricos como una realidad, y no solo como un experimento. Hoy en día podemos vislumbrar la siguiente revolución que también transformará al mundo; la de la electromovilidad.

En términos generales, un auto eléctrico es aquel cuyo motor transforma energía eléctrica en energía mecánica o cinética para poder funcionar.

Si bien todos los autos eléctricos funcionan bajo el mismo principio general, existen diferencias entre los mismos. Por ejemplo, mientras unos son completamente eléctricos, otros son híbridos enchufables, lo que quiere decir que también cuentan con un motor de combustión interna.

Así mismo existen diferentes fuentes de energía que los autos eléctricos pueden usar para alimentar sus motores; desde baterías de iones de litio hasta pilas de combustible. Esta diversidad en modelos de vehículos eléctricos ha ocasionado que frecuentemente encontremos siglas para diferenciarlos como:

BEV: (Vehículo Eléctrico de Baterías) Son 100% funcionales utilizando únicamente energía eléctrica y por lo tanto no cuentan con un tanque de gasolina. Una vez que se agota la batería es necesario recargarlos para poder conducirlos.

HEV: (Vehículo Eléctrico Híbrido): Este tipo de vehículo se caracteriza por combinar el uso de un motor de combustión interna con un motor eléctrico, así como por contar con un sistema de recarga eléctrica durante el frenado. Aunque pueden circular por completo en modo eléctrico, su autonomía es limitada, por lo que el motor a gasolina suele estar en constante uso.

PHEV: (Vehículo Eléctrico Híbrido Enchufable): Al igual que en el caso de los HEV combinan una parte eléctrica con una de combustión interna. Sin embargo, a diferencia de los anteriores, estos cuentan con un sistema de recarga enchufable con baterías de mayor capacidad, lo que permite alcanzar una mayor autonomía en el modo eléctrico antes de hacer uso de la gasolina.

MHEV: También conocidos como mild-hybrids o semihíbridos, este tipo de vehículos también cuentan con un motor de combustión y uno eléctrico pero que, a diferencia de los HEV y los PHEV, no puede funcionar por sí solo en el modo 100% eléctrico y solo sirve como un apoyo para el desempeño general del vehículo.

Si bien existen otros modelos, estos suelen ser los más utilizados.

El futuro ya está en México

En los últimos años, la comercialización de vehículos híbridos y eléctricos ha mostrado un incremento considerable en México. En 2021, por ejemplo, se registró un aumento del 92.9% en las ventas de este tipo de autos con respecto al año anterior[1]. Adicionalmente, somos el país líder en ventas de vehículos eléctricos en Latinoamérica, con 4,500 unidades nuevas vendidas en 2021 y estimando que esta cifra crezca a 6,000 unidades para 2022[2].

Por otro lado, en términos de infraestructura, desde que los autos híbridos enchufables y eléctricos se comenzaron a comercializar en el país, también se ha ido desarrollando de manera paulatina la red de carga, pasando de 42 estaciones de carga pública en 2017[3], a 900 estaciones en 2018 [4].

¿Por qué la electromovilidad es el futuro?

La electromovilidad plantea dos cambios importantes para la industria automotriz y para los consumidores en general. Por una parte, suponen una cantidad menor de emisiones de carbono, convirtiéndose en una opción de transporte más verde y sustentable a largo plazo.

De acuerdo con un estudio[5] publicado por el International Council on Clean Transportation (ICCT),  los autos eléctricos cuentan con la menor cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero.

Otro beneficio que los autos eléctricos ponen sobre la mesa tiene que ver con el ahorro de combustible; en autos híbridos enchufables (PHEV) se pueden alcanzar autonomías de aproximadamente 45km haciendo uso únicamente de la parte eléctrica.

Finalmente, vale la pena resaltar que los motores eléctricos cuentan con menos componentes que uno de combustión interna, lo que significa un menor nivel de desgaste de las piezas, por lo que los servicios de mantenimiento tienden a impactar de manera positiva en un sentido económico.

El nuevo concepto de lujo: lo sustentable

Tal como en el caso del sector turístico, donde encontramos cada vez más ejemplos de hoteles boutique de lujo, pero con un claro enfoque en lo sustentable, el concepto de lujo en la industria automotriz también ha ido evolucionando de manera que los consumidores no solo buscan los productos más exclusivos, sino aquellos que también sean responsables con el medio ambiente e innovadores en cuanto a tecnologías más verdes.

Este nuevo paradigma, también tiene que ver con un cambio generacional. Existen diversos estudios [6] donde se demuestra que factores como la sustentabilidad y la ecología influyen cada vez más en los hábitos de compra de los consumidores, quienes incluso están dispuestos a pagar más por productos y marcas “verdes”.

Esto es algo que las marcas de lujo, como Lincoln Motor Company, han sabido entender y por eso cada vez observemos más modelos y prototipos de vehículos híbridos y eléctricos en este segmento del mercado. Ningún fabricante quiere quedarse atrás en la carrera por ofrecer los autos más lujosos y mejor equipados, ahora en sus versiones eléctricas.

Un ejemplo de ello es Lincoln Star Concept, nuestro nuevo concepto de vehículo completamente eléctrico (BEV) que acaba de realizar su debut a nivel global y bajo el cual tenemos contemplado el lanzamiento de 3 nuevos autos eléctricos para 2025.

Sumando a lo anterior y como parte de nuestra estrategia por lograr un portafolio de vehículos completamente electrificados y conectados para 2030, hemos introducido al mercado en los últimos años versiones eléctricas enchufables (PHEV) de algunos de nuestros modelos más icónicos, como Lincoln Corsair o Aviator Grand Touring, los cuales brindan hasta 45 km de autonomía utilizando solo energía eléctrica y que, por supuesto, ofrecen la máxima expresión del lujo americano.

El concepto del lujo dejó atrás lo ostentoso para dar paso a un enfoque sustentable que nos permita disfrutar de una gran vida en un mejor mundo.

Puede ser que la historia de la electrificación haya comenzado hace casi dos siglos. Sin embargo, la nueva era de la electromovilidad apenas comienza.

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[1] INEGI, Registro Administrativo de la Industria Automotriz de Vehículos Ligeros. Fecha de publicación: 06/04/2022, Serie mensual de enero 2016 a enero 2022

[2] Pasqueli, México, líder en ventas de autos eléctricos en América Latina, 2022 / Statista Mobility Market, Estimaciones de enero de 2022.

[3] SEDECO, Se instalarán 28 electrolineras en CDMX, 2017

[4] Hernández, Mexico Energy Forum 2018

[5] ICCT, A global comparison of the life-cycle greenhouse gas emissions of combustion engine and electric passenger cars, Bieker 2021

[6] Nielsen, El Imperativo Sustentable

Acerca de Ford de México

Ford de México inició operaciones en 1925 y cuenta con 10,197 empleados en sus plantas de Estampado y Ensamble en Hermosillo y Cuautitlán, que producen orgullosamente Ford Bronco Sport y Mustang Mach-E, respectivamente, así como de motores ubicadas en Chihuahua y transmisiones en Irapuato, además de sus oficinas centrales establecidas en la Ciudad de México. Su estrategia de manufactura también incorpora el ensamble y producción de los motores Duratec I-4 (2.0 y 2.5 litros) y los motores Power Stroke Diésel de 6.7 litros V8 además de un motor diésel de 4.4 litros.

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